Vito es, como todas las madrazas del siglo pasado, una gran cocinera. Si hay algo que le haga más feliz, es ver a la gente que quiere comer sano y bien.
Y yo, una adicta a la cocina, y sobretodo, una adicta a la tortilla de patatas en todas sus versiones, me entusiasma el arte que tiene para mezclar patatas, cebolla y huevo, dando un resultado exquisito.
Aquí, una muestra de ello... antes de comérnosla a dos carrillos...